En una sociedad en la que las desigualdades a menudo definen el panorama de nuestras vidas, el gobierno da un paso audaz hacia la equidad con el lanzamiento de la nueva Renta Ciudadana. Más de tres millones de hogares en Colombia verán una luz de esperanza al ser los destinatarios de un programa que busca redefinir la manera en que combatimos la pobreza y apoyamos a los más vulnerables.
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El Cuidado y la Discapacidad al Frente de la Priorización
En un gesto que enfatiza la compasión y la necesidad de apoyar a quienes enfrentan retos adicionales en la vida, el gobierno ha decidido que los hogares con personas con discapacidad y aquellos donde las labores de cuidado son una constante, encabecen la lista de prioridades.
La iniciativa, llevada a cabo por Prosperidad Social, no solo cambia la distribución de las transferencias monetarias sino que también integra una visión holística que identifica a los cuidadores y a las individuos con discapacidad como pilares fundamentales de este programa.
El presidente Gustavo Petro, al firmar el decreto el pasado miércoles, dio su sello de aprobación a una política que es más que un simple cambio de nombre de «Familias en Acción» a «Renta Ciudadana». Con este acto trascendental, el gobierno reafirma su compromiso de poner el bienestar humano en el centro de sus estrategias de ayuda social.
La Inclusión
La Vicepresidencia de la República ha jugado un rol esencial, gestionando dinámicas colaborativas en más de seis mesas de trabajo, con la mirada puesta en que la discapacidad y el cuidado no queden en el olvido sino que sean los ejes que guíen la Renta Ciudadana.
Natalia Moreno Salamanca, Gerente de la Política de Cuidado, aplaudió el anuncio que pone el cuidado en el núcleo de la priorización del programa. Este énfasis convierte la Renta Ciudadana en una vanguardista política social que reconoce y valora el trabajo de los cuidadores, un sector históricamente dejado de lado en Colombia.
La inclusión no es solo una palabra clave para el programa, es la esencia de un esfuerzo meticuloso que se ha concentrado en desenterrar la conexión entre pobreza y discapacidad. El enfoque en los costes adicionales que enfrentan las familias con miembros con discapacidad fue decisivo para asegurar que la variable discapacidad fuera incorporada en el corazón de «Renta Ciudadana».
Las proyecciones son más que alentadoras: una expectativa de reducción de 6,6 puntos porcentuales en la pobreza monetaria extrema y de 2,4 puntos en la pobreza monetaria revela el potencial transformador de la Renta Ciudadana. Estas cifras no solo estiman un avance significativo, sino que exceden con creces los resultados alcanzados por los esfuerzos previos de «Familias en Acción«.
Con una proyección de inversión de 6,4 billones de pesos para el año 2024, el Gobierno no solo está poniendo su fe en este programa, sino también sus recursos. Este es un mensaje inequívoco de que el bienestar de los hogares colombianos está en el epicentro de las prioridades gubernamentales.
